La aplicación a nivel de trabajo proporciona un control exigente del usuario. Los usuarios están obligados a tener tanto los permisos a nivel de trabajo como a nivel de daemon. Por ejemplo, para ejecutar un trabajo, el usuario debe tener privilegios de ejecución tanto a nivel de daemon como de trabajo para que el trabajo específico se ejecute. Esta función hace que la gestión de permisos sea muy eficaz, pero requiere un esfuerzo adicional. La aplicación a nivel de trabajo se recomienda en los casos siguientes:
- Mezcla de usuarios avanzados y usuarios no seguros. No todos los usuarios son de completa confianza.
- Es necesario aislar trabajo específico. Los usuarios deben tener acceso a algunos trabajos, pero no a todos.
- Se necesita propiedad de trabajo. El usuario debe crear sus propios trabajos y determinar si otros usuarios pueden acceder a esos trabajos.